Hace algunos días tuve la oportunidad de ver una película muy interesante, y que me gustó mucho por lo humano y realista de la misma. Se llama “Miss Sweden” (Fröken Sverige en el original) y se estrenó allá en Suecia por el año 2004. Los actores principales, totalmente desconocidos quizás para uno que vive en los lejanos pagos de América, son Alexandra Dahlström (Moa), Sverrir Gudnason (Conny) y Leo Hallerstam (Jens). Hay más personajes (aunque son relativamente pocos, no hay una gran abundancia de caracteres... sólo lo justo y necesario), pero esa tarea se las dejo para cuando se les ocurra verla ^^
La premisa de Fröken Sverige es, como muchos filmes europeos, la pura y mera introspección. Si bien no posee grandes mensajes o metáforas muy profundas, seguramente entretiene: el pueblito sueco donde acontece la historia es un pueblito común y corriente donde cualquiera de nosotros podría vivir, y los personajes que aparecen y desaparecen son personas reales y tangibles que podrían ser amigas nuestras, o nosotros mismos, en el mejor de los casos. Moa es una adolescente de 19 años: tiene problemas de acné, inseguridad sobre su figura y su identidad, y un talento en potencia para el diseño web, y como toda adolescente, está literalmente desesperada por encajar en algún grupo. Su trabajo la aburre, está cansada de hacer lo que la vida y la sociedad esperan de ella y, definitivamente, quiere que alguien se enamore de ella. Es una chica buena y divertida, pero no lo que ciertos grupitos teens considerarían “cool” (ustedes saben de qué hablo X3). Moa entonces intentará ser parte de algo, desesperadamente, aunque eso implique dejar a un lado sus propios gustos y opiniones: de pronto se vuelve vegetariana y feminista para encajar con un trío de chicas, cuyos novios están en una banda muy buena, y de la cual han echado a Conny, un baterista poser y bastante idiota que, por supuesto, le encanta a Moa. Conny sólo quiere regresar a la banda, de la que lo echaron por comer carne (los chicos, igual que sus novias, son vegetarianos), para lo cual utiliza (y de una forma muy vulgar) a Moa, quien amenaza a la banda con no terminar el sitio web si no admiten de nuevo a Conny. Varias cosas suceden, y Moa conoce una noche a Jens, un chico de lo más normal que estaba atrapado en un baño público. Jens es bastante diferente de los demás personajes con los que Moa se codea; hace lo que esperan de él, su vida es tranquila y aburrida, y encuentra en nuestra protagonista algo nuevo, algo fresco que le hace tomar un repentino y gran interés en ella.
Como dije antes, lo increíble de este film, como de tantos otros europeos que he podido ver, es la capacidad de hacernos ver, en los personajes y sus dramas, las situaciones nuestras de cada día. Moa es una buena chica, pero le urge tanto encajar que se deja maltratar por los demás, y estoy segura que más de uno ha vivido eso en su adolescencia.
No hay mucho más que decir al respecto, merece ser vista. Es divertida y tierna, y muy real.