miércoles, 24 de junio de 2009

Diario de un fansubber III: Hace un año...

Dicen que el tiempo vuela, ¡y cuánta razón tienen! Ya ha pasado un año desde que la vida medianamente cómoda que vivía sufrió un vuelco tremendo...

Hace un año, 24 de junio de 2008, a estas horas, recién me estaba acomodando a mi nuevo estilo de vida. Recién estaba acabando de derramar las últimas lágrimas que derramaría, inclusive hasta el día de hoy. No, no quedé seco por dentro, tampoco lloré "hasta que mis lágrimas se acabaron", como se diría poéticamente; es sólo que entendí que, si bien el sufrimiento jamás se iría, que siempre quedaría el vacío, debía seguir adelante.

Corría el mes de abril o mayo de 2008, sinceramente ya no me acuerdo. Hace poco había comenzado un nuevo proyecto para el fansub, Macross Frontier, y me preparaba para la recientemente anunciada Slayers Revolution. La universidad, con nueva carrera de por medio, sólo me daba los problemas que siempre daba, y da. Mi relación con mi familia iba normal, con tiras y aflojas como en todas las familias. Sin embargo, todo cambió el día en que a mi mamá tuvo que ir a hacerse unos exámenes por serios problemas estomacales que llevaba un buen tiempo sufriendo. Comía algo, cualquier cosa (inclusive líquidos), su estómago no lo resistía y debía correr al baño para vomitarlo. No era la primera vez que mi vieja sufría de malestares de salud, y ya estábamos acostumbrados a que se negara a ir al médico por un motivo de orgullo referentes a otro tema, el cual prefiero callar.

Ahora que recuerdo bien, fue en mayo cuando mi mamá por fin se decidió a ir al médico. Los resultados no fueron buenos, todo lo contrario: se le detectó cáncer en etapa IV. Para quienes no sepan mucho del tema, es más fácil reconocerlo bajo el nombre de "cáncer terminal". El cuerpo de mi vieja había sufrido una metástasis que ya no se podía revertir y ahora cada segundo que tuviera era un regalo.

Es curioso, pero recuerdo que llevaba traducidos doce capítulos de Macross Frontier cuando me enteré de la noticia, y a pesar de lo que muchos pudieran pensar, continúe con mi trabajo en el fansub como lo haría en cualquier día. ¿Fue frío? ¿Fue inhumano? No lo sé, pero era una buena vía de escape. Le conté del asunto a unos pocos dentro del fansub, pues no sabía muy bien cómo tratar el tema. A los que se los conté primero, Ixa y Zeratul, me dieron todo su apoyo y, sobretodo, paciencia.

Veía como mi vieja se iba demacrando con el pasar de cada día. Se dice que hay muchas formas de tomar una noticia tan trágica como el anuncio de tu muerte: algunos se resignan rápidamente y comienzan a hacer planes para cuando ya no estén, otros se dedican a disfrutar sus últimos días al máximo... Lamentablemente, y aunque lo intentó, mi vieja perdió esa batalla. Al tiempo de enterarse que iba a morir, perdió la vitalidad y cayó en cama. Nunca más se levantaría.

Pasaron las semanas y, si bien voy a evitar dar todos los detalles, puedo decir que es curioso que uno se vaya acostumbrando a todo, incluso al observar los dolores del cáncer en una persona tan cercana como tu propia madre. Estábamos en pleno invierno, uno de los más crudos, con mucha lluvia, y cada vez que llovía, curiosamente, yo y una tía íbamos a comprar los remedios, sueros y otras cosas necesarias para que mi vieja pueda soportar el dolor de la mejor forma posible. Algunos dirán, y me lo han dicho, que Dios me estaba poniendo a prueba, otros que Él sólo quería perjudicarme. Tonterías. Nunca le creí a ninguno de los dos bandos, pero mi fe de todas formas se esfumó por completo. Hasta hoy.

Llegó junio. Los exámenes en la universidad. Escaparme traduciendo para el fansub. Hacer oídos sordos a los quejidos del dolor. Comenzar a aceptar el hecho de que mi vieja se iba. Sorprenderme por las reacciones, que nunca esperé, que tuvieron algunos. Tener que mediar entre estúpidos líos familiares. Tener que hacerme a la idea de que mi mamá me había dejado a mí, al menor de sus hijos, prácticamente como cabeza familiar "por ser el más centrado". Y entonces, en esa vorágine de sucesos que ocurrían uno tras otro, mezclándose como en una graciosa danza de ironía y sufrimiento, mi mamá tuvo un ataque grave. Me alegra mucho, a pesar de que muchos aún no me lo perdonan, haber traído a mi novia ese día viernes, aunque sabía que no iba a poder acompañar a mi vieja a la clínica, pues gracias a ese sacrificio que hice, permití que la nuera a la que ella tanto quiso siempre, pudiera despedirse. Mi mamá nunca volvería a casa.

Los días 21, 22 y 23 de junio de 2008 fueron los más pesados. Estábamos en la Fundación López Pérez, una clínica para enfermos terminales de cáncer, en el centro de Santiago. Una de las mejores clínicas que el dinero podía conseguir, con un gran sistema de salud (por muy poco que se pudiera hacer), con mucha comodidad y limpieza. Aunque con una gestión de enfermería que no dejaba conforme a nadie. En fin, no siempre se puede tener todo. Mi viejo, un médico, que llevaba separado de mi madre trece años, pagó todos los gastos sin chistar, profundamente afectado por la inminente muerte de una mujer a la que conoció desde niño y a la que, en algún momento, amó como a nadie. Una de las cosas de las que más carece esa clínica es de camas: durante todas esas noches en que estuvimos ahí, nos apiñábamos lo mejor que podíamos, pues éramos un grupo numeroso, en las incómodas sillas de las salas de espera. Si es que dormíamos más de una o dos horas, claro está.

Mi madre desde el sábado veintiuno que estaba en un coma inducido, pues la morfina había perdido todo su efecto, conectada a un respirador artificial, sin saber que estábamos todos en su habitación acompañándola. Ese día, si bien sabíamos que mi vieja estaba grave, no sabíamos qué tan grave estaba, así que decidimos volver a casa. El médico tratando de mi mamá, del cual ya no recuerdo el nombre (aunque sí recuerdo que era zurdo y que tenía letra de chico de básica -primaria-... ¡las cosas que recuerda uno de esos momentos!), me llamó al celular a eso de las 23hrs. para preguntarme, indignado, que por qué no habíamos acompañado a mi mamá durante todo el día. Tuve que aclararle que estuvimos toda la tarde junto a ella, y eso que era un día lluvioso, pero que como estaba "dormida" preferimos volver a nuestras casas y que al otro día volvíamos. El doctor me dijo, así, a secas, como todo buen médico que no tiene idea de los procesos afectivos, que debíamos ir inmediatamente a la clínica, porque a mí vieja le quedaban menos de 48hrs. de vidas... si es que tenía suerte. Avisé a mi familia y en una hora, o un poco más, ya estábamos allí. Los familiares se fueron presentando de a poco, como gotas de agua que caen desde una cañería rota. Nos quedamos hasta el lunes.

Yo, cansado y sumamente estresado por todo lo ocurrido, fui a hablar con el médico tratante de mi vieja la tarde de ese lunes y fui tan frío como él lo había sido conmigo por teléfono. Le pregunté si mi mamá se moría esa semana, me respondió que sí. Después le pregunté si mi mamá se moría ese día, como mi vieja había mostrado una leve mejoría, me dijo que no. Entonces le pregunté si podía ir a descansar un poco a mi casa, porque ya no daba más; me dijo que no había problemas.

Pasé a la habitación de mi mamá un rato más, para seguir acompañándola una o dos horas y después me fui a casa. Mi vieja había despertado la noche anterior, la del domingo, del coma, sufriendo de todos los dolores del cáncer. Al menos tuvo la oportunidad de despedirse. Confiado en que podría volver a verla, me marché del lugar planeando en volver al día siguiente. Nunca más vería a mi vieja con vida.

Eran cerca de las 21:30pm. de ese día lunes 23 de junio. Yo y mi novia nos encontrábamos en casa, descansando (no pensar mal. Gracias). El resto de mi familia había vuelto a casa un par de horas antes, pues en la clínica les habían dicho que ya debían irse (cosas del sistema, supongo). Y entonces, a eso de las 21:25, mientras hacía cualquier otra cosa, la imagen de mi mamá se me vino a la mente: la imagen de una caricia que le había dado durante la tarde y que en ese instante vi tan nítida como cuando se la di. No pasarían más de dos minutos cuando sonó el teléfono. Luego, un grito de mi hermana. El llanto de algunos. Había llegado la noticia de que mi mamá había fallecido, acompañada solamente por su pareja.

El resto ya es otra historia. Vino el velorio, el pastor evangélico hablando (mi mamá había cambiado hace un par de semanas su religión católica por una evangélica, o protestante, lo que prefieran), los hijos caídos, los parientes abatidos, mi abuela aceptando con resignación la muerte de su hija. Una suerte de réquiem que escribí y que envié por correo a algunos de mis amigos, de los que me acordé en ese momento (se me olvidaron algunos que recién estarán enterándose de lo ocurrido al leer esta entrada. Espero que lo entiendan, Kamelo, Marius, otros...).

Todas esas imágenes aún permanecen marcadas a fuego en mi memoria, y de seguro lo harán hasta el día en que a mí me llegue la muerte.

Mi madre sería cremada un par de días después. Ahora sus cenizas reposan en el Gran Océano, pues, siguiendo su voluntad, las lanzamos al mar desde Valparaíso. Eso me enseñó que, aunque parezca tonto, una tumba que visitar es necesaria. Una especie de consuelo inútil, pero consuelo al fin y al cabo.

No sé muy bien por qué me decidí a escribir esto, a hablarlo públicamente siendo algo tan personal, aunque no es algo que se me haya ocurrido en un arrebato hoy, sino que algo que ya tenía planeado desde hace meses. Una especie de cierre de un ciclo.

El sufrimiento por la muerte de mi madre, a los 53 años, por cáncer, se ha ido mitigando con el tiempo. Como dije al comienzo, siempre va a estar ahí, pero va a ser cada vez más soportable. "Lo que no te mata, te fortalece", dicen. Je, cuánta razón tienen. Ahora mi vida es un poco más complicada de lo que era antes, pero no puedo quejarme. Tengo el apoyo de mucha gente.

Como dato gracioso, y que sé que no debería escribir en este momento, pero bueno...: ahora muchos comprenderán por qué se atrasó tanto Macross Frontier y otras series. Usen esto como una lección de humildad en este sentido. Es muy fácil quejarse, mucho más al ignorar lo que pasa en la vida de quién está tras ese trabajo que esperan con tantas ansias.

Ya ha pasado un año y un día desde la muerte de mi mamá. Mirando atrás, me doy cuenta que he madurado. No completamente, pero he madurado. Y espero, desde el fondo de mi corazón, que esta historia de vida que, para bien o mal, me ocurrió a mí, sirva de ayuda para muchos de los que estén sufriendo situaciones similares a la que yo viví, pues como dije durante un discurso en la ceremonia previa a la cremación de los restos mi vieja: "tenemos que levantarnos, y por más que sintamos dolor en este momento, tenemos que ser fuertes; es lo que ella hubiera querido".

Mistwalker

8 comentarios:

ONeZetty dijo...

se por lo que has psado hermano, mi madre partio de este mundo hace ya casi 5 años y han me hace falta, ella al igual que la tuya ya no sufren mas de esos dolores del cáncer, eso para mi es el mejor de los consuelos y se por que escribiste esta reseña. Hablar de lo que nos duele hace mas fácil sobre llevarlo. ¿Olvidar? Imposible, somos Caballeros de Athena ¿no?, en nuestro corazón deben vivir aquellos que nos han dado su amor para así hacer mas fuerte nuestra alma o Cosmo, como quieras tu llamarlo...

Anónimo dijo...

mi más sincero pésame.

no te conosco, nosé si algún trabajo tuyo habrá llegado a mi computador. nose. nunca leo blogs, pero quise ver q habia, era como la tercera parte "diario de un fansubber III"

dios, que pena medio. en este mismo instante, me caen las lágrimas.

Oh, Dios. Gracias

Gracias por tu experiencia, gracias por escribir tan bien, gracias por el valor. Gracias por los proyectos, disculpa, perdona a todos los leechers que bajamos cosas, no nos importa el trabajo, las personas que hay detrás de cada entrega.


Tu madre debe estar orgullosa de ti.
Corrijo.
Tu madre está orgullosa de ti.



Saludos.
Italo

Fonsy dijo...

Dios no sabia que esto te habia pasado, pues es un pena la verdad pero todos tenemos que morir algun dia unos antes otros despues, y como dices siempre estara contigo y pues solo hechale ganas que tu mama estara orgullosa de ti y pues bueno solo aqui paso a dejar este mensaje ya que no lo habia leido aun y no estaba enterado de esto
SALU2 ^^

Zeratul dijo...

Recuerdo como si fuese ayer todo lo sucedido amigo, aunque claro está, desconocía detalles.
Tal como te dije esa vez, llegará un día en el que quizás puedas hablar de ello. No será hoy, no será mañana, es más, puede que no sea nunca.

Estas son cosas a las que uno les teme mucho, cosas que sabe que al relatarlas removerán muchas de las barreras que uno se ha puesto, barreras que nos permiten enfrentar el mundo y a la vez no sufrir tanto. Pero llega el momento en que uno se siente "listo", un momento en el que uno se siente capaz de hablar de ello, un momento en que eres capaz de recordar ese ser tan querido con alegría, recordarlo pensando en que es lo que esa persona hubiese querido para nosotros, ¿vernos sufrir enternamente...?, no lo creo. No niego que ese proceso es muy difícil de atravesar y superar, de hecho hay mucha gente que jamás lo supera.

"Estar listo", eso hace posible que llegue este día y puedas hablar de todo esto, sacarlo desde dentro. En estos últimos años he aprendido que sacar las cosas desde dentro no está mal, de hecho es el comienzo de todo proceso de sanación a nivel del alma. ¿Qué tan dañados quedamos...? Eso cada uno lo sabe, todos quienes hemos pasado por algo parecido a lo que te sucedió. ¿Qué tanto dura el proceso? No tengo la menor idea, yo estoy en eso aún, pero lo que si sé es que eso de... "lo que no te mata te hace más fuerte" es verdad.
Muchas veces en estos casos uno incluso dice, ¿por qué ella y no yo...?, no lo sé, nuestro plan de vida dice que aún nos queda camino por recorrer en esta vida, cosas por conocer, por vivir, por enfrentar, quizás un legado que dejar

... ->

Zeratul dijo...

... ->

Por cierto, ni Dios te estaba poniendo a prueba, ni dejándote sufrir tampoco. Cuando uno ve un problema, por lo general lo ve en 2 dimensiones y no en 3, es lo que hace la gran mayoría de la gente. Estás olvidando una cosa... una que dice que esto no era una prueba para ti, ni tampoco regalarte sufrimiento, era mucho más simple que eso... el tiempo de tu amada mamá había llegado a su fin en esta tierra. ¿Por qué? Rayos, no lo sé, me encantaría tenerte esa respuesta, yo también la ando buscando... pero sí he aprendido algo, es que la respuesta más simple nunca es la correcta, el ponerte en primera persona tampoco, simplemente esta prueba nunca fue para ti.

Lo sé, incluso pensando así te hizo sufrir mucho, se fue tu pedestal, donde te afirmabas cuando no había donde más recurrir, uno de los pilares fundamentales de tu vida. Cuando estas cosas suceden me quedo sin respuestas, aún no descubro porque suceden (y quizás nunca lo haré).

Aquí va un consejo importante. Luego de este proceso que lleva mucho tiempo, cuesta sangre, sudor y lágrimas, lo sé, cuando pienses que ya estás listo, debes hacer lo siguiente... cerrar tus ojos un momento, recordar a tu mamá, mirar al cielo y pensar... ¿qué es lo que ella me diría si la tuviese en frente justo ahora...? Creo que con lo que has vivido, podrás encontrar la verdadera respuesta a eso, pero no esa que se dice en discursos y de la boca para afuera, sino que la respuesta DE VERDAD, esa que solo se consigue "estando listo", atesora muy bien esa respuesta.

Querido amigo, por favor nunca pierdas tu fé, ¿por qué crees que ella en sus últimos momentos la buscó?, siempre he creído que la gente que está a punto de morir consigue un nexo espiritual más grande que el que nosotros tenemos. ¿Crees que ella estaría alegre ahora de ver que su hijo perdió su fé?, no necesito darte la respuesta a eso.

Sé que habrá un vacío de por vida en tu interior, ese no se llena, si lo hicieses la olvidarías, pero lo que si se debe hacer, es tranformar ese vacío que al principio nos ahoga y no nos deja respirar en cosas alegres, recordar los momentos felices que pasaste junto a ella. Cada vez que la recuerdes para bien, cada vez que hagas algo que ella te enseñó, te darás cuenta que la tienes a tu lado cuidándote. Mal que mal, eres el reflejo de ella, su legado, ella tenía fé en ti, llegó la hora de recuperar la tuya, es la única forma de seguir adelante cimentando tu vida en una base firme nuevamente.

Come on my friend, es hora de crearse una buena vida, tomar buenas decisiones, enfrentar las cosas sabiendo que tienes la fuerza de ella en tu interior, seguir adelante porque así ella lo hubiese deseado. Es la única forma de que en 20 o 30 años más, mires al cielo, cierres los ojos y digas... "Mamá, espero estés orgullosa de tu hijo, di mi mejor esfuerzo para llegar aquí donde estoy, sonríe donde quiera que estés, gracias por hacerme lo que soy hoy..."

Pablo

PD: Se te quiere mucho amigo... ¡Fighting! ^^

Anónimo dijo...

ase poco que encontre esta pagina. y me gusto mucho el trabajo que habia. cuando ley el lado oscuro de AnS queria saber que era y me encontre con esto me sorprendio. leer lo que estaba escrito pero me recordo a una amiga que perdio su madre de la misma manera y al igual que tu se repuso a ello y salio adelante a sus 22 años y sin un padre.
te admiro por la madures y la fuerza que tubiste en el momento.
y los felicito a todos por su trabajo para nosostros los que disfrutamos del anime y que como bien dices no sabemos que hay detras de un gran trabajo.
saludos Maria Jose.

Anónimo dijo...

Siempre he creído que las personas maduran con el tiempo. Al decir tiempo, pudiera parecer mucho, pero no, opino que en tan sólo un segundo una persona madura más de lo que ya era anteriormente. En ese sentido, creo que constantemente se experimenta un desarrollo, como si fuéramos un edificio que todo el tiempo se está construyendo y perfeccionando.
Entiendo en cierto modo lo de la "frialdad", y de que otros no estaban de acuerdo con tus acciones. Uno podría pensar: eso es parte de la vida, si muere será un simple estado de la naturaleza humana, que ya no vale la pena sufrir por un enfermo, etc. Estoy siendo lo más objetivo posible, no me inclino hacía esas cosas que se pueden pensar ni asumo que pensaste eso tampoco, sólo expreso lo que universalmente, por decirlo así, pudiera ser una razón para que los demás te vean mal por no actuar como “se espera”.
Todos somos un mundo distinto, diversas opiniones; a las personas les gusta seguir una especie de patrón y cuando se quiebra eso es cuando te aman por ser original, o te odian por “actuar mal”. Cada quien sabe en su interior que está bien y que no. No creo que se pueda decir realmente que la madurez es la forma en que uno actúa ante ciertas circunstancias, pues si uno tiene esa visión de universalidad, puede ser que nada sea correcto ni falso.
Te doy mi más sincero pésame, amigo. Ella vivirá siempre en ti.

Futuro...

Alex dijo...

Se que se siente tener a un ser querido entre la vida y la muerte hace menos de dos semanas estube en lo mismo con mi viejo que sufrio un accidente, pues ese dia para mi fue el peor de todos ia k no sabia como responder a tal situación, estaba de capa caida creo k fue error mio. y leendo lo que te paso, veo que tienes mucha fuerza de voluntad a tal punto de subear tu proyecto, que estando en esa situacion estaba derrumbado.
Mis mas sincero pesame y creo k esta pequeña reseña tuya me ayudado, xk todavia sigo con el dolor que mi viejo sige mal me hizo sacar un par de lagrimas.
saludos