miércoles, 24 de junio de 2009

Diario de un fansubber III: Hace un año...

Dicen que el tiempo vuela, ¡y cuánta razón tienen! Ya ha pasado un año desde que la vida medianamente cómoda que vivía sufrió un vuelco tremendo...

Hace un año, 24 de junio de 2008, a estas horas, recién me estaba acomodando a mi nuevo estilo de vida. Recién estaba acabando de derramar las últimas lágrimas que derramaría, inclusive hasta el día de hoy. No, no quedé seco por dentro, tampoco lloré "hasta que mis lágrimas se acabaron", como se diría poéticamente; es sólo que entendí que, si bien el sufrimiento jamás se iría, que siempre quedaría el vacío, debía seguir adelante.

Corría el mes de abril o mayo de 2008, sinceramente ya no me acuerdo. Hace poco había comenzado un nuevo proyecto para el fansub, Macross Frontier, y me preparaba para la recientemente anunciada Slayers Revolution. La universidad, con nueva carrera de por medio, sólo me daba los problemas que siempre daba, y da. Mi relación con mi familia iba normal, con tiras y aflojas como en todas las familias. Sin embargo, todo cambió el día en que a mi mamá tuvo que ir a hacerse unos exámenes por serios problemas estomacales que llevaba un buen tiempo sufriendo. Comía algo, cualquier cosa (inclusive líquidos), su estómago no lo resistía y debía correr al baño para vomitarlo. No era la primera vez que mi vieja sufría de malestares de salud, y ya estábamos acostumbrados a que se negara a ir al médico por un motivo de orgullo referentes a otro tema, el cual prefiero callar.

Ahora que recuerdo bien, fue en mayo cuando mi mamá por fin se decidió a ir al médico. Los resultados no fueron buenos, todo lo contrario: se le detectó cáncer en etapa IV. Para quienes no sepan mucho del tema, es más fácil reconocerlo bajo el nombre de "cáncer terminal". El cuerpo de mi vieja había sufrido una metástasis que ya no se podía revertir y ahora cada segundo que tuviera era un regalo.

Es curioso, pero recuerdo que llevaba traducidos doce capítulos de Macross Frontier cuando me enteré de la noticia, y a pesar de lo que muchos pudieran pensar, continúe con mi trabajo en el fansub como lo haría en cualquier día. ¿Fue frío? ¿Fue inhumano? No lo sé, pero era una buena vía de escape. Le conté del asunto a unos pocos dentro del fansub, pues no sabía muy bien cómo tratar el tema. A los que se los conté primero, Ixa y Zeratul, me dieron todo su apoyo y, sobretodo, paciencia.

Veía como mi vieja se iba demacrando con el pasar de cada día. Se dice que hay muchas formas de tomar una noticia tan trágica como el anuncio de tu muerte: algunos se resignan rápidamente y comienzan a hacer planes para cuando ya no estén, otros se dedican a disfrutar sus últimos días al máximo... Lamentablemente, y aunque lo intentó, mi vieja perdió esa batalla. Al tiempo de enterarse que iba a morir, perdió la vitalidad y cayó en cama. Nunca más se levantaría.

Pasaron las semanas y, si bien voy a evitar dar todos los detalles, puedo decir que es curioso que uno se vaya acostumbrando a todo, incluso al observar los dolores del cáncer en una persona tan cercana como tu propia madre. Estábamos en pleno invierno, uno de los más crudos, con mucha lluvia, y cada vez que llovía, curiosamente, yo y una tía íbamos a comprar los remedios, sueros y otras cosas necesarias para que mi vieja pueda soportar el dolor de la mejor forma posible. Algunos dirán, y me lo han dicho, que Dios me estaba poniendo a prueba, otros que Él sólo quería perjudicarme. Tonterías. Nunca le creí a ninguno de los dos bandos, pero mi fe de todas formas se esfumó por completo. Hasta hoy.

Llegó junio. Los exámenes en la universidad. Escaparme traduciendo para el fansub. Hacer oídos sordos a los quejidos del dolor. Comenzar a aceptar el hecho de que mi vieja se iba. Sorprenderme por las reacciones, que nunca esperé, que tuvieron algunos. Tener que mediar entre estúpidos líos familiares. Tener que hacerme a la idea de que mi mamá me había dejado a mí, al menor de sus hijos, prácticamente como cabeza familiar "por ser el más centrado". Y entonces, en esa vorágine de sucesos que ocurrían uno tras otro, mezclándose como en una graciosa danza de ironía y sufrimiento, mi mamá tuvo un ataque grave. Me alegra mucho, a pesar de que muchos aún no me lo perdonan, haber traído a mi novia ese día viernes, aunque sabía que no iba a poder acompañar a mi vieja a la clínica, pues gracias a ese sacrificio que hice, permití que la nuera a la que ella tanto quiso siempre, pudiera despedirse. Mi mamá nunca volvería a casa.

Los días 21, 22 y 23 de junio de 2008 fueron los más pesados. Estábamos en la Fundación López Pérez, una clínica para enfermos terminales de cáncer, en el centro de Santiago. Una de las mejores clínicas que el dinero podía conseguir, con un gran sistema de salud (por muy poco que se pudiera hacer), con mucha comodidad y limpieza. Aunque con una gestión de enfermería que no dejaba conforme a nadie. En fin, no siempre se puede tener todo. Mi viejo, un médico, que llevaba separado de mi madre trece años, pagó todos los gastos sin chistar, profundamente afectado por la inminente muerte de una mujer a la que conoció desde niño y a la que, en algún momento, amó como a nadie. Una de las cosas de las que más carece esa clínica es de camas: durante todas esas noches en que estuvimos ahí, nos apiñábamos lo mejor que podíamos, pues éramos un grupo numeroso, en las incómodas sillas de las salas de espera. Si es que dormíamos más de una o dos horas, claro está.

Mi madre desde el sábado veintiuno que estaba en un coma inducido, pues la morfina había perdido todo su efecto, conectada a un respirador artificial, sin saber que estábamos todos en su habitación acompañándola. Ese día, si bien sabíamos que mi vieja estaba grave, no sabíamos qué tan grave estaba, así que decidimos volver a casa. El médico tratando de mi mamá, del cual ya no recuerdo el nombre (aunque sí recuerdo que era zurdo y que tenía letra de chico de básica -primaria-... ¡las cosas que recuerda uno de esos momentos!), me llamó al celular a eso de las 23hrs. para preguntarme, indignado, que por qué no habíamos acompañado a mi mamá durante todo el día. Tuve que aclararle que estuvimos toda la tarde junto a ella, y eso que era un día lluvioso, pero que como estaba "dormida" preferimos volver a nuestras casas y que al otro día volvíamos. El doctor me dijo, así, a secas, como todo buen médico que no tiene idea de los procesos afectivos, que debíamos ir inmediatamente a la clínica, porque a mí vieja le quedaban menos de 48hrs. de vidas... si es que tenía suerte. Avisé a mi familia y en una hora, o un poco más, ya estábamos allí. Los familiares se fueron presentando de a poco, como gotas de agua que caen desde una cañería rota. Nos quedamos hasta el lunes.

Yo, cansado y sumamente estresado por todo lo ocurrido, fui a hablar con el médico tratante de mi vieja la tarde de ese lunes y fui tan frío como él lo había sido conmigo por teléfono. Le pregunté si mi mamá se moría esa semana, me respondió que sí. Después le pregunté si mi mamá se moría ese día, como mi vieja había mostrado una leve mejoría, me dijo que no. Entonces le pregunté si podía ir a descansar un poco a mi casa, porque ya no daba más; me dijo que no había problemas.

Pasé a la habitación de mi mamá un rato más, para seguir acompañándola una o dos horas y después me fui a casa. Mi vieja había despertado la noche anterior, la del domingo, del coma, sufriendo de todos los dolores del cáncer. Al menos tuvo la oportunidad de despedirse. Confiado en que podría volver a verla, me marché del lugar planeando en volver al día siguiente. Nunca más vería a mi vieja con vida.

Eran cerca de las 21:30pm. de ese día lunes 23 de junio. Yo y mi novia nos encontrábamos en casa, descansando (no pensar mal. Gracias). El resto de mi familia había vuelto a casa un par de horas antes, pues en la clínica les habían dicho que ya debían irse (cosas del sistema, supongo). Y entonces, a eso de las 21:25, mientras hacía cualquier otra cosa, la imagen de mi mamá se me vino a la mente: la imagen de una caricia que le había dado durante la tarde y que en ese instante vi tan nítida como cuando se la di. No pasarían más de dos minutos cuando sonó el teléfono. Luego, un grito de mi hermana. El llanto de algunos. Había llegado la noticia de que mi mamá había fallecido, acompañada solamente por su pareja.

El resto ya es otra historia. Vino el velorio, el pastor evangélico hablando (mi mamá había cambiado hace un par de semanas su religión católica por una evangélica, o protestante, lo que prefieran), los hijos caídos, los parientes abatidos, mi abuela aceptando con resignación la muerte de su hija. Una suerte de réquiem que escribí y que envié por correo a algunos de mis amigos, de los que me acordé en ese momento (se me olvidaron algunos que recién estarán enterándose de lo ocurrido al leer esta entrada. Espero que lo entiendan, Kamelo, Marius, otros...).

Todas esas imágenes aún permanecen marcadas a fuego en mi memoria, y de seguro lo harán hasta el día en que a mí me llegue la muerte.

Mi madre sería cremada un par de días después. Ahora sus cenizas reposan en el Gran Océano, pues, siguiendo su voluntad, las lanzamos al mar desde Valparaíso. Eso me enseñó que, aunque parezca tonto, una tumba que visitar es necesaria. Una especie de consuelo inútil, pero consuelo al fin y al cabo.

No sé muy bien por qué me decidí a escribir esto, a hablarlo públicamente siendo algo tan personal, aunque no es algo que se me haya ocurrido en un arrebato hoy, sino que algo que ya tenía planeado desde hace meses. Una especie de cierre de un ciclo.

El sufrimiento por la muerte de mi madre, a los 53 años, por cáncer, se ha ido mitigando con el tiempo. Como dije al comienzo, siempre va a estar ahí, pero va a ser cada vez más soportable. "Lo que no te mata, te fortalece", dicen. Je, cuánta razón tienen. Ahora mi vida es un poco más complicada de lo que era antes, pero no puedo quejarme. Tengo el apoyo de mucha gente.

Como dato gracioso, y que sé que no debería escribir en este momento, pero bueno...: ahora muchos comprenderán por qué se atrasó tanto Macross Frontier y otras series. Usen esto como una lección de humildad en este sentido. Es muy fácil quejarse, mucho más al ignorar lo que pasa en la vida de quién está tras ese trabajo que esperan con tantas ansias.

Ya ha pasado un año y un día desde la muerte de mi mamá. Mirando atrás, me doy cuenta que he madurado. No completamente, pero he madurado. Y espero, desde el fondo de mi corazón, que esta historia de vida que, para bien o mal, me ocurrió a mí, sirva de ayuda para muchos de los que estén sufriendo situaciones similares a la que yo viví, pues como dije durante un discurso en la ceremonia previa a la cremación de los restos mi vieja: "tenemos que levantarnos, y por más que sintamos dolor en este momento, tenemos que ser fuertes; es lo que ella hubiera querido".

Mistwalker

viernes, 19 de junio de 2009

07-Ghost, alternativa de esta temporada


Hi... ¡primera vez escribiendo en el blog!

Dado que las series de temporada son muchas y por democrático -XD- proceso de votación elegimos las que trabajaríamos, unas cuantas buenas propuestas quedaron fuera. La lista inicial de series era en verdad muy extensa, pero quedaron siete, como ya habrán visto... Sengoku Basara, Hatsukoi Limited, Shangri-La... etc etc etc. Navegando por ahí, interesada en imágenes y demás, decidí darle una chance a 07-Ghost.

Historia escrita e ilustrada por Yuki Amemiya y Yukino Ichihara. Serializada en la revista mensual de Shojo Monthly Comic Zero, se compiló en 7 tomos en enero de 2009, y, como ya sabemos, en abril Studio Deen comenzó la adaptación al anime.

Me gustaría hablar del manga, pero como no lo he leído, me centraré en el anime, que es lo que estoy viendo actualmente. La serie lleva ya 11 episodios emitidos y todo indica que serán los clásicos 26 :3

La historia se centra en el personaje Teito Klein, nuestro protagonista que, huérfano y esclavo (sklave, en la terminología de la serie), es admitido en la importantísima academia militar del Imperio Barsburg (perteneciente a un reino enemigo, fue capturado, pero se le quitó su estatus de esclavo para permitirle el ingreso a la academia). Allí, a pesar de demostrar un control muy preciso y hábil del zaiphon (los poderes con los que pelean los soldados), es constantemente maltratado por sus compañeros, todos de noble cuna. De todas formas, Teito es solitario y tampoco permite que nadie se le acerque, “auto-marginándose” la mayor parte del tiempo. Su estado de soledad pronto cambia con la aparición de Mikage, quien se hace su amigo a pesar de todo lo que los demás dicen de él. Mikage es un joven también de buena familia, pero a diferencia de los otros compañeros, es muy amable y alegre, y llega a desarrollar un enorme cariño por Teito.

Ya en el primer episodio llegamos al día en el que todos los estudiantes deben pasar una prueba para graduarse, y en el grupo de Teito y Mikage, sólo ellos dos pasan. Esa noche se juran que siempre serán amigos, y que si van a morir, lo harán juntos. Pero al día siguiente Teito hace un descubrimiento que lo trastorna... Ayanami, el severo y atemorizante líder de un selecto grupo militar que ha estado observando las pruebas de graduación, resulta ser el hombre que asesinó al padre de Teito. Éste siempre había tenido recurrentes pesadillas acerca de su pasado, que no podía recordar, pero la sola vista de Ayanami hace que todo vuelva a su mente, y que se atreva locamente a intentar atacar al militar, siendo detenido, por supuesto, por el avispado asistente de Ayanami, Hyuuga. Teito es encerrado en la prisión de la academia, pero se las arregla para huir... en medio de esto, Mikage se ve involucrado cuando intentaba ayudarlo a escapar, pero Teito finge tenerlo de rehén, para que Ayanami no las tome con Mikage, y se marcha. Nuestro niño cae rendido al día siguiente, y es encontrado por gente de la iglesia del Séptimo Distrito, quienes le dan refugio.

Aquí es cuando empieza la aventura propiamente dicha. Durante varios episodios nos explican qué es el mentado “Ojo de Mikhail”, una entidad divina poderosísima que pertenecía al destruido Reino de Raggs, enemigo del Imperio Barsburg. Como ya muchos se podrán imaginar, es nuestro esclavo protagonista el que más se relaciona con esta divinidad tan misteriosa...

Mención aparte merecen los tres sacerdotes que encuentran a Teito en el desierto, Frau, Castor y Labrador:

Frau es gritón y enojón, es muy fácil provocarlo y llama constantemente a Teito “Maldito mocoso”, pero, a su vez, es quien más se preocupa de su seguridad, y, como vamos viendo con el correr de los capítulos, es una persona muy, muy poderosa. Lleva una guadaña que tiene que ver mucho con nuestro maloso antagonista Ayanami.

Castor es tranquilo e intelectual, sin embargo es quien más impresión de oscuridad me da. Su especialidad es manipular hilos cual titiritero, y hacer muñecas que lo ayudan en sus tareas diarias en la iglesia.

Labrador es el más tierno y apacible de los tres, muy tranquilo y gentil, asimismo tiene poderes muy interesantes. Experto florista, tiene enormes jardines donde cultiva toda clase de plantas y flores que utiliza para diversas cosas, tanto curaciones como otras artes. Dotado con la habilidad de predecir los hechos, actúa como el oráculo del grupo.

Otros personajes:

Razette, la sirena, la música de la iglesia, que toca un imponente órgano de más de un centenar de cañones, y que puede entender a los humanos mejor de lo que ellos le entienden a ella xD

Hermanas Athena, Rosalie y Libelle, tres monjitas de lo más monas que atienden a Teito con todo su amor.

Obispo Jio, el dirigente de los Siete Obispos, anciano y tuerto, el líder de la iglesia.

El equipo de Ayanami, que incluye al ya mencionado Hyuuga, aún no ha mostrado enteramente sus habilidades, pero si son subordinados del malo de la historia, que es bastante bastante poderoso, que no quepan dudas, ellos también lo serán.

La historia en sí es buena, pero a simple vista, viendo diseños y demases, uno no se imagina que sea muy profunda. La verdad fue una grata sorpresa encontrarme con que no es sólo diseño bonito, éste sólo es un aliciente para que uno se acerque y entre de lleno en el drama de Teito, que se pone más trágico a cada episodio. Así que, niños y hombres, no teman ver esta serie, que de shojo no tiene nada XD

El opening, “Aka no kakera”, cantado por Yuki Tsuzuki, se ha convertido (junto a “JAP” de Basara XD) en una de mis más recientes obsesiones. Es intenso y va muy bien con la serie.

El ending, “Hitomi no kotae”, cantado por Noria, es una cosa dulcísima que lo pone a uno a lagrimear, especialmente luego de comerse entero el episodio super trágico XD

Los seiyuus que participan en esta serie son muy interesantes también, todos hacen –como de costumbre- un excelente trabajo, destacando sobre todos al de Ayanami, que sabe hacer de malo y sonar tan pero tan perverso...

Dejo los personajes principales:

Teito - Saiga Mitsuki, también seiyuu de Cashmere en .hack//Roots, Elk y Tsukasa en .hack//Sign, Debitto en D.Gray-Man, Heinkel Wolfe en Hellsing Ultimate, Kikyou en Itazura no Kiss, Revive Revival en Gundam 00, Rossiu Adai en Tengen Toppa Gurren Lagan, entre otros.
Mikage - Namikawa Daisuke también seiyuu de Ulquiorra Cifer en Bleach, Leonard Testarossa en Full Metal Panic! TSR, Kei Kurono en Gantz, Michael Trinity en Gundam 00, Giotto en Katekyo Hitman Reborn, Keita en Kurokami, Fay en Tsubasa Reservoir Chronicle.
Frau - Suwabe Junichi, también seiyuu de Grimmjow en Bleach, Yoshiyuki Kojima en Chobits, Greed en Fullmetal Alchemist, Kuniumi Maitake en Lovely Complex, Liam en Pandora Hearts, Friagne en Shakugan no Shana, Kain Akatsuki en Vampire Knight.
Castor- Susumu Chiba, también seiyuu de Welkin Gunther en Senjou no Valkyria, Tomo en Angelic Layer, Maki Ichinose en Bleach, Amagi en Gundam Seed Destiny, Takuma Ichijo en Vampire Knight.
Labrador- Kouki Miyata, también seiyuu de Hanataro Yamada en Bleach, Kunihiko Moji en Bokurano, Shouichi Yagumo en RahXephon, Ashil en Shaman King.
Ayanami - Sho Hayami, también seiyuu de Tenzen en Basilisk, Sôsuke Aizen en Bleach, Zarbon en Dragon Ball Z, Frank Archer en Fullmetal Alchemist, Masato Kaibara en Ghost Hound, Enrico Maxwell en Hellsing Ultimate, Maximilian Jenius en Macross, Ashura-oh en RG Veda.

Así que aquí les dejo mi alternativa para la temporada... una historia triste pero con muchos valores, capaz de conmover hasta lo más hondo.

miércoles, 17 de junio de 2009

Diario de un fansubber II: Internet

Internet llegó a Chile a mediados de los noventa, siendo un instrumento que al comienzo no llamó mucho la atención, que era tecnológicamente muy atrasado en comparación a las conexiones actuales, que estaba lleno de problemas en muchos ámbitos y que era, por sobretodo, muy divertido de utilizar en aquellos días de mi preadolescencia y de mis posteriores años de "locura" adolescente.

Mi primer contacto con la red debió ocurrir durante 1996. Yo tenía once años y mis primos, pertenecientes a una familia siempre mucho más adelantada tecnológicamente a la nuestra, ya hacían gala de una conexión telefónica de unos cuantos kb/s. Sólo se podían conectar desde las ocho de la noche hasta las ocho de la mañana (pues salía más barato) y cada vez que lo hacían, había que despedirse de las llamadas telefónicas, pues el teléfono tenía a la red como su soberano dueño. ¡Cuántas veces nos regañaron por estar conectados a deshora! Ésos eran buenos tiempos...

Si bien, como la conexión no era mía, no podía conectarme a diario, cada vez que lo hacía era para investigar acerca de los animé que daban en la televisión. Y no digamos que era cosa fácil, pues no había Google y la velocidad de descarga era lenta in extremis (nos emocionábamos cuando un archivo bajaba a 4kb/s y descargar un mp3, que ahora tomaría a lo sumo un par de minutos, podía ser una tarea de horas), pero podía hacerse... con mucha paciencia.

Los buscadores de moda en aquellos años eran Yahoo y sobretodo, Altavista. Las webs eran simples, creadas con Frontpage o Dreamweaver (algunos más valientes se ponían a configurar los códigos html a mano, usando el simple Bloc de Notas) y se subían a servidores gratuitos, como Geocities, Lycos, Tripod o Xoom.com. Para que quedaran más bonitas, las páginas se vinculaban a servidores de redirección (ni idea de cuál será el verdadero nombre técnico) como cjb.net, para que cuando le mostraras tu humilde página a alguien, al menos fuera algo más bonito y decente que una larga dirección de Geocities, con "Tokyo" y "Pagoda" en el nombre.

Ya en pleno 1998 a mi casa llegó un computador por fin decente, un Acer Aspire, de color negro y con 1GB de disco duro, una cantidad ENORME en esos días (mi anterior PC era un 486, de 2MB de RAM, y 300MB y un poco más de disco duro... ni hablar de tarjetas de sonido o de video). Internet llegó a casa en un reluciente módem telefónico de 33.3kb/s de velocidad (que los más entendidos me corrijan, que no recuerdos las cifras exactas) y con una conexión Entel, empresa que lideraba el mercado en los extraños noventa. Al ya ser poseedor, junto con mi hermano mayor (ya se imaginarán los conflictos que habían por quién ocupaba el computador en qué día... el menor siempre salía perdiendo por alguna razón), de una computadora en casa, mi acceso a la red se expandió de un día para otro. Ya no sólo visitaba páginas, sino que creaba las mías. Ya no sólo bajaba imágenes, sino que ahora subía las mías. Todo era bonito e interesante. Creé mi cuenta actual de mail en febrero de 1999 (¡va a cumplir diez años!) para la web de animé que había creado, e, inspirado por uno de mis primos, descargué y conocí IRC, programa que usaría durante años para chatear a diario acerca de nada con muy buenos y lejanos amigos de un canal llamado #ani_manga, en el servidor de VTR, otra empresa chilena de internet.

No puedo evitar recordar a esos muchachos con mucho cariño, pues viví muchas cosas muy divertidas con ellos. Nos reuníamos en los locales del centro de Santiago para hacer estupideces hasta que anocheciera, nos confiábamos historias y secretos, habitábamos en medio de rumores de amoríos adolescentes, nos peleábamos y volvíamos a abuenarnos. Ahora que lo pienso, es un poco como estar ahora dentro del fansub, pero con la inocencia de los años jóvenes.

Al poco tiempo de estar navegando, me topé con una interesante página web llamada "El Pergamino del Anime", una de las primeras webs de fanfictions en español. En ese momento yo no tenía idea de qué era un fanfiction, y como no existía Wikipedia para responder a mis dudas, me uní al foro de dicha página (un foro arcaico, donde todos los temas se mezclaban entre sí en forma de troncos y ramas, y no había un orden como en los foros actuales... y sin embargo, lográbamos comprenderlo), donde conocí a más gente de otros países distintos a Chile. Ya había entablado conversaciones con "extranjeros", pero nunca amistad. En esa desaparecida web, muerta hace ya tantos años, conocí el arte de las escrituras hechas por fanáticos, antes de los tiempos de Harry Potter o de las películas del Señor de los Anillos; escritos pésimamente hechos, llenos de faltas ortográficas y de historias que, a ratos, eran malísimas, pero muy, muy entretenidas. Por supuesto, yo también me subí al tren, y en esa web publiqué algunos de mis primeros escritos, los cuales también se perdieron con el tiempo... por suerte.

Y entonces, vino el debacle. Internet había resultado ser sumamente interesante, pero como todo juguete nuevo, perdió su valor con el tiempo. Los amigos de antaño desaparecieron, IRC ahora estaba vacío y yo tenía otras cosas de mi interés en mente. De un momento a otro, dejé el computador a un lado (mi hermano no perdió el tiempo y se hizo con el poder) y durante muchos meses, quizás años, ya no recuerdo bien, no volví a conectarme, ni siquiera para revisar mi correo.

No sería hasta la década del 2000 en que volví a las canchas. Llegó otro computador nuevo a la casa (mi ya famoso hermano, overclocker de corazón, había logrado ultimar la pobre máquina anterior) y al mismo tiempo llegó a Chile la conexión en banda ancha. Al ser la velocidad más rápida, al poder bajar un mp3 en sólo segundos (pues en los primeros días, sin tanta gente usando el sistema, la conexión era realmente rápida), volví a interesarme.

La rutina era simple, en todo caso. Ya no hacía páginas web, nunca me interesé en chatear porque sí y el furor del fotolog nunca me golpeó (así como el amor por el Facebook me es esquivo en estos días). Lo único que hacía en la red era navegar por aquí y por allá, descargar uno que otro video, uno que otro mp3, una que otra imagen (incluyamos aquí el hentai) y leer una que otra historia de la recientemente descubierta Fanfiction.net. Entonces, cuando la rutina me hacía volver a querer abandonar internet (además de las continuas amenazas de mi madre de sacar el servicio por culpa de las cuentas), encontré una web de Pokémon (sí, Pokémon) que me interesó mucho: Mundo Pokémon, se llamaba. La web en español más completa de la serie que jamás conocí. Ésa fue la primera comunidad grande de animé a la que me uní. Con el tiempo, Mundo Pokémon cambió de perspectiva y se convirtió en UniversoAnime. Puede que muchos conozcan la web, aún existe y su fansub, el cual ya no existe, se llamaba Vago Fansubs. Participé en dicha web durante casi dos años y la abandoné debido a peleas con los líderes, pues no me gustaban sus políticas (aunque me llevo la mejor de las impresiones de uno de ellos). Sin embargo, en dicha web conocí a varios de los que hasta hoy considero muy grandes amigos. De hecho, con algunos de dichos amigos nos hicimos a la tarea de crear una web de fanfictions, proyecto que finalmente no funcionó.

Con las mejoras de las velocidades de conexión y de disponibilidad del servicio, comenzaron a aflorar los fansubs. Mucho tiempo después de que los fansubs se asentaran, descubrí Frozen Layer. Hace ya algún tiempo que había comenzado a interesarme en otros animés que no fueran los que aparecían en la televisión, y gracias a esa web, pude descargarlos. Corría el año 2003 y con el mismo grupo de amigos con el que habíamos intentado armar una web de fanfictios, creamos un humilde fansub de nombre Neko Fansub. Debo admitir que fui muy irresponsable con ese proyecto; hice muchas promesas y jamás las cumplí. El fansub tan sólo trabajaba manga y a mí se me encargó Naruto, en esos días una serie nueva, pero mi habilidad de traducción no era buena (aún no estudiaba dicha carrera, lo que haría en 2004 hasta 2006) y, simplemente, jamás encontré el ritmo. A mis compañeros les fallé completamente. Al menos recuerdo haber pedido disculpas por eso, pero la culpa nunca se fue del todo.

Con el tiempo perdí el contacto con la mayoría de dichos amigos, aunque como dije anteriormente, algunos se mantienen presentes, y seguí en solitario por una temporada, cambiando un poco mi enfoque hacia la red. Guiado por mi hermano, conocí mi primer juego online, un MMORPG de nombre Mu Online. Me inscribí en el juego, me uní a un clan y cambié mi nick a "Kilyk", nombre que había escogido para un personaje de un fanfiction que nunca llegué a terminar, aunque ahora último volví a escribirlo, y que, a diferencia de lo que muchos creen, no se basa en el personaje de la popular saga Soul Calibur. En ese juego en línea, formando parte del poderoso clan Heraldos, conocí a otro buen grupo de gente. Nos llevamos bien durante mucho tiempo, hasta 2005, cuando el clan se disolvió por problemas interpersonales graves. Pensé que ya lo había aprendido durante mis años interactuando con la red, pero ese día recordé en que debo buscar mejor en quién confiar, especialmente en internet, política que he mantenido hasta hoy.

Ya sin juego que jugar, y sin mucho interés en los fanfictios u otros atractivos de internet, me dediqué a bajar animé de Frozen Layer. Y entonces conocí a Athena no Seinto, luego de haberme descargado los primeros episodios de Tsubasa Chronicle. Pasaría un tiempo hasta que me decidiera a volver a intentarlo en otro fansub. Noviembre de 2005 llegaba a su fin, envié mi solicitud por los conductos regulares (algo que muchos de ustedes deberían hacer xD), hice mi prueba como traductor y quedé...

Sin embargo, ésa ya sería otra historia, la que quizás les llegue a contar en algún momento.

viernes, 12 de junio de 2009

Closing the ring


Para quienes gustan de una buena historia de amor, de esas que te dejan reflexionando, esta película no pueden perdérsela.
Dirigida por Richard Attenborough y protagonizada por Shirley MacLaine, Christopher Plummer, Mischa Barton, Stephen Amell y Neve Campbell, nos cuenta la historia de amor de Ethel Ann que inicia por allá de 1941, poco antes del ataque a Pearl Harbor. Y nos situa en 1991, 50 años después de que ella se enamorara de Teddy Gordon y tanto él como sus dos mejores amigos marcharan a la guerra.
En Belfast un adolescente descubre en plena montaña un anillo de oro, tallado con un par de nombres y desgastado por el tiempo. Empeñado en devolvérselo a su dueña es como todo el pasado será removido y aquello que se quería dejar atrás volverá a vivir en aquellos que hicieron parte de esa historia allá en 1941.

Una historia fascinante, misteriosa, que te tiene todo el tiempo deseando resolver el rompecabezas que te van entregando en pequeñas dosis. En mi opinión personal, una de las mejores películas de amor que tratan sobre la segunda guerra mundial, mucho más terrenal que otras que se han realizado.

Y no hay que perderse la actuación de Martin McCann, el chico de Belfast, que aligera un poco la trama con su ingenuidad.